Ciencias, tecnologías, innovación, desarrollo y difusión pública

La impresión en 3D amplía el abanico de posibilidades de la formación universitaria

jueves, 2 de junio de 2016


  • La Universidad de La Laguna ya dispone de varias impresoras 3D para su uso en las aulas

Por Esmeralda Beltrán | San Cristóbal de La Laguna

La Universidad de La Laguna (ULL) ha instalado impresoras 3D en las aulas de las titulaciones de las ingenierías para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes. Los docentes que imparten la asignatura de Expresión Gráfica, obligatoria en el primer curso académico en las titulaciones de Ingeniería Electrónica, Mecánica, Agrícola y Edificación, ofrecen contenidos teóricos y prácticos para que los estudiantes se familiaricen con este tipo de tecnologías. Es una innovación docente que facilita el desarrollo de conocimientos y competencias orientadas a facilitar la proyección profesional de los futuros egresados.

Las aplicaciones creadas por la empresa AutoDesk, que se basan en la creación de objetos en tres dimensiones, están a la orden del día. Internet ofrece programas diversos que permiten crear joyas, personajes, infraestructuras y artículos, entre otros objetos tridimensionales, que facilita la introducción de estas nuevas tecnologías en la rutina diaria. Autodesk, diseña sus aplicaciones para solventar las necesidades de cualquier ciudadano.

Una formación más sólida

Para solventar la escasez de recursos económicos, algunos profesores han adquirido set de impresoras 3D open-source, que posibilita la impresión de sus piezas para crear otras, y las han hecho ellos mismos para instalarlas en otros campus, por un valor próximo a los 100€. Su precio en el mercado varía entre 500€ y 1.000.000€, lo que hace más difícil la adquisición por la Institución.

Jorge Martín Gutiérrez, doctor en Ingeniería Mecánica y profesor de la ULL, enseña a sus estudiantes a diseñar objetos 3D en sus clases prácticas, para que puedan luego imprimirlos. Hablamos de imprimir objetos, no ya un papel. Afirma que “es una buena forma de aprender a diseñar. El alumno crea el prototipo, lo imprime y comprueba si se ha equivocado en algo. Es más sencillo que vean los contenidos teóricos de una forma práctica. Además, les ayuda a ver que lo que dibujan no se corresponde con la realidad.

El ingeniero Jorge Martín se desplazará al Departamento de Investigación de la empresa AutoDesk para trabajar con ellos en las aplicaciones que están diseñando. Estará en la fase de iniciación aportando sus conocimientos y, también, en la fase de usabilidad, para medir el nivel de dificultad que tendrá para los usuarios.

El proceso de impresión es sencillo. Con estas impresoras, utilizan como material el PLC (plástico) con un grosor entre 3 y 1.5 milímetros. En el proceso de impresión, el PLC se adentra en el cabezal mediante una bobina y, cuando la máquina adquiere la temperatura adecuada (200º C), se va fundiendo y crea capas, que se superponen hasta crear la forma deseada. La duración depende del  tamaño y la resolución, aunque suele tardar entre 20 minutos y 4 horas.


Impresora 3D open-source diseñada por alumnos de ingeniería para realizar sus proyectos. | Foto: Esmeralda Beltrán

Una simple prótesis puede ser diseñada por alumnos de Ingeniería Mecánica, y, además de reforzar la formación de los estudiantes, puede marcar un antes y un después en la vida de una persona. “Las tecnologías están a nuestra disposición, simplemente, tenemos que saber aplicarlas”,  señala Martín.

En el Grado de Arquitectura, la doctora Eulalia Rodríguez Fino, profesora de Expresión Gráfica de la ULL, apuesta por este método de enseñanza al considerar que “ayuda a los alumnos a adquirir mayores conocimientos en la percepción espacial". Añade que "con la impresora 3D se puede imprimir a escala la representación de una planta, detalles arquitectónicos, fachadas o maquetas para los TFG”. En esta titulación, la impresora open-source fue instalada hace unos meses y los profesores no han tenido tiempo aun de aprender su funcionamiento. Para la docente “no es una asignatura difícil, pero dominar el diseño exige mucha práctica. No hay duda de que las impresoras 3D suponen un avance que debemos incorporar a la formación de los fututo ingenieros", afirma Rodríguez.

La impresión 3D y las energías renovables 
Juan Carlos Ruiz Morales, doctor de Química de la Universidad de La Laguna (ULL), e investigador principal del grupo Nano y Microingeniería de Materiales, utiliza la impresión 3D para buscar la alternativa a las energías no renovables. Forman parte de un proyecto nacional I+D+I de la convocatoria Retos de la Sociedad 2015-2017. Gracias a su investigación llamada Reliable 3D Printed Energy Systems R3DES, disponen de un presupuesto de 550.000€ financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).

El grupo de investigación está integrado por miembros de la ULL, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), de la Universidad de Málaga (UMA) y de la Universidad de Saint Andrews (Escocia). Emplea la impresión 3D en dispositivos energéticos y medioambientales, en la fotocatálisis de biodiésel y en pilas de combustible. Estas equivalen a las normales, pero en vez de usar los electrolitos, que se agotan con el tiempo y disponen de una potencia prefijada, utilizan biomateriales como el oxígeno y el hidrógeno, obtenido mediante paneles solares o placas de agua, que pueden llegar a generar hasta 0,07 voltios. Además, presentan la ventaja de no producir contaminantes y tener larga vida.

Jorge Martín: “El reto es lograr la impresión 3D con materiales resistentes como el hormigón o el oro, lograr imprimir tejidos humanos. La tecnología está, tenemos que saber aplicarla”
El buen funcionamiento de las pilas combustibles depende de su microestructura. El ser humano no puede verla a simple vista, necesita un microscopio. La base que separa los biomateriales es transparente, flexible, y tiene una estructura porosa que facilita el acceso de los gases. Todo el conjunto es diseñado mediante un programa informático, que después se imprime en tres dimensiones con material cerámico. En el proceso de impresión utilizan luces ultravioletas y una impresora que actúa superponiendo capas de 100 micras hasta obtener la forma de la pila. Posteriormente, es introducida en un horno a altas temperaturas.


Microestructura de la pila de combustible captada con un microscopio de barrido (SEM) | Foto: Juan Carlos Cruz Ruiz 

Para el investigador y docente Juan Carlos Ruíz “estas tecnologías facilitan nuestra labor. Puedes diseñar por el ordenador como quieres que sea la microestructura, cambiar el diseño y medir la estabilidad antes de imprimirla”. Este grupo de investigación dispone de varias impresoras 3D que ha adquirido con las ayudas obtenidas para sus proyectos. Entre ellas encontramos de láser, luz, yeso y plástico. Están instaladas en los laboratorios de la Facultad de Química y son usadas por el grupo aunque, en ocasiones, los alumnos las pueden utilizar para los Trabajos de Fin de Grado (TFG).

Las múltiples disciplinas que emplean esta técnica son el claro reflejo de las posibilidades que ofrece. Para los alumnos y alumnas que finalizan su carrera y trabajan en sus Trabajos de Fin de Grado (TFG) supone un gran avance. Este método de impresión facilita la labor, pues deben entregar un prototipo, hacer un análisis de deformación (resistencia) en el ordenador e incluso, presentar el dispositivo y su funcionamiento ante  el Tribunal. A su vez, este hecho ha modificado el sistema de evaluación a favor de los estudiantes, que optan a mejor nota, siempre y cuando utilicen las nuevas tecnologías con perspectiva y usando su imaginación.

Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, un referente internacional

  • El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales nos muestra sus proyectos de investigación
  • Este organismo tiene entre sus frentes conseguir una vacuna contra la leishmaniosis
  • Dos misiones principales: atender a Canarias y ayudar en países de ámbito tropical en la lucha contra las enfermedades tropicales


Por William Rodríguez | San Cristóbal de La Laguna


La Universidad de La Laguna cuenta con una amplia gama de institutos dedicados a la investigación científica, técnica y artística. Entre ellos se encuentra el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias. Creado en el año 2001, este centro tiene la relevante labor de ser la principal herramienta para controlar e investigar las enfermedades provenientes de países del trópico que inciden sobre el archipiélago.

Son muchos los proyectos que están llevando a cabo en la institución, como la creación de vacunas que combatan estas enfermedades. En el laboratorio de biología molecular, los investigadores están trabajando en una vacuna contra la leishmaniosis, una enfermedad parasitaria producida por la picadura de un mosquito infectado por el parásito del género Leishmania. La investigación, tal y como apunta el Doctor Basilio Valladares, director del Instituto, “está en proceso”. “No es fácil. Tenemos muy buenos trabajos, muy buenas moléculas candidatas para eso (la vacuna), tenemos sistemas de protección que ya están funcionando, pero no es fácil”, declara.

En el laboratorio de medioambiente, los investigadores analizan los microorganismos aerotransportados, es decir, aquellos que llegan por el aire, como los gérmenes, y prestan especial atención a la influencia que ejercen los vientos del Sahara sobre ellos. Para identificarlos, usan métodos de cultivo tradicionales y técnicas de biología molecular. En estas mismas instalaciones también analizan la contaminación que pudiera haber en el agua, efectuando pruebas a las aguas de regadío, al agua de la red de abastecimiento, a la del mar, entre otras. B. Valladares no tiene dudas sobre este tema: “El agua en Canarias es muy buena, es de calidad.”

Instalaciones del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias. | Foto: William Rodríguez
Otro de los proyectos del Instituto es el que se realiza en el laboratorio de entomología, donde se lleva el control de puertos y aeropuertos para la entrada de vectores, que son los organismos vivos que pueden transmitir enfermedades infecciosas, como los mosquitos. La investigación consiste en la colocación de trampas para atrapar mosquitos y analizarlos. Estas trampas se deben reponer cada diez días: integrantes del laboratorio, cuando ha pasado el período de tiempo estipulado, recogen las trampas con los insectos que han caído y ponen otras nuevas, repitiendo el mismo proceso cuando vuelven a pasar diez días, y así de manera sucesiva. “Todos los estudios de mosquitos de Canarias se realizan en este laboratorio”, nos aclara el profesor Valladares. Al ser el único laboratorio de Las Islas que analiza a los mosquitos que pueden portar enfermedades, su trabajo se antoja fundamental.

También existe otra sección en la Institución que se dedica a los estudios de terapia y de amebas de vida libre, unos protozoos que pueden ser patógenos (causar daño o enfermedad a un ser vivo) para el hombre, con la capacidad de producir queratitis y dejar ciega a una persona, o incluso llegar al cerebro y matarla. “Algunas de estas amebas son las que se están estudiando aquí”, señala el director. Otro de los laboratorios es el de zoonosis, concepto que aglomera todas las enfermedades que transmiten los animales a las personas. En él, se estudian los parásitos que han infectado a una persona a través de aves, ratas o cualquier otro animal. Además, en los laboratorios de genética se están llevando a cabo proyectos de caracterización de variedades de vid, una investigación sobre miomas  y otra para  tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Basilio Valladares, director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias. | Foto: William Rodríguez


Las relaciones internacionales del Instituto

El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales tiene proyectos con numerosos países de Latinoamérica y África. “Tenemos proyectos con Cabo verde, con Senegal, con Mauritania, con  Guinea-Bisáu…”, nos indica el el Dr. Valladares en cuanto al continente africano. Estos planes son de diversa índole, como la implementación de laboratorios o la formación de personas de estas regiones para que sean capaces de diagnosticar enfermedades tropicales como la malaria o de detectar agua contaminada.

Uno de los proyectos, realizado en Guinea con la cooperación de una ONG, consistió en evitar que la gente se contaminara de cólera en un lugar muy afectado por esta enfermedad cuando sacaban agua de un pozo. Los habitantes locales llegaban a él con su cubo, e inevitablemente quedaban infectados al entrar en contacto con el agua del pozo. Entonces, lo que el Instituto hizo fue montar un motor a través de unos paneles solares y un cubo destinado solo a sacar agua y que no entraba en contacto con los otros de la gente. Gracias a este motor, el cubo salía por su propia cuenta y los habitantes no tenían que meter las manos en este pozo con el riesgo inminente de contraer la enfermedad. También se les enseñó a detectar cuándo está contaminada el agua. Gracias a estas medidas, el cólera desapareció de una gran zona.

Para Basilio Valladares la situación de África es realmente importante, y afirma que su desarrollo repercute directamente en Canarias: “África es primordial para la universidad y para el desarrollo de Canarias”. “África no es una amenaza, África es el futuro”, concluye.

Obesidad infantil, la epidemia del siglo XXI

  • Un proyecto novedoso permite combatir la enfermedad mediante el uso de videojuegos
  • La sociedad de la opulencia daña la salud de los menores
Por Silvia González Nicolás | San Cristóbal de La Laguna

(Fuente: Pixabay)
    

La obesidad infantil se ha convertido en uno de los problemas de salud más graves existente en las últimas décadas a nivel mundial. Enfermedades cardiovasculares, diabetes o depresión son solo algunas de las muchas consecuencias que pueden sufrir las personas que la padecen a lo largo de su vida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud”. Una condición que ya padece una parte importante de la población mundial con cifras cada vez más alarmantes. Según esta organización, en 2014 ya habían más de 1900 millones de adultos con sobrepeso, de los que 600 millones eran obesos. Y más preocupantes son aún los datos en el ámbito infantil, donde en 2013 más de 42 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso.

Es este último sector el que más se ha visto perjudicado como consecuencia del auge de la obesidad, empezando a afectar a niños en edades cada vez más tempranas. Para Honorio Armas, profesor titular de Pediatría de la Universidad de La Laguna (ULL), la dieta diaria basada en la “ingesta excesiva de calorías” y los hábitos de vida sedentarios han sido las principales causas de esta situación. Un modelo de vida que ya vemos extendido en todo tipo de lugares. Si antes se creía que la obesidad era solo un problema exclusivo de los países ricos, desde hace años ya ha pasado a ser un peligro global.

Las cifras hablan por sí solas. Según la OMS, de los 42 millones de niños con sobrepeso en el mundo, 35 millones pertenecen a países en vías de desarrollo. De hecho, en África o Asia, la enfermedad ha aumentado a un nivel inquietante en los últimos años, donde ya se observa de forma paralela la convivencia entre desnutrición y un auge progresivo de la obesidad. Para Honorio Armas, esto es consecuencia de la peor calidad en la dieta de estos países, donde “abundan los alimentos ricos en hidratos de carbono y grasa”, que al ser más económicos son muy consumidos por las poblaciones con escasos recursos.

Esta globalización de la obesidad y de los riesgos que conlleva ha provocado un deterioro en la calidad de vida en gran parte del mundo. Algunas de las consecuencias que puede causar en la salud son la aparición de enfermedades como la diabetes, el cáncer o enfermedades cardiovasculares. Y también a nivel psicológico y emocional, pudiendo provocar depresión, aislamiento social o baja autoestima en las personas que la sufren.

En España, el número de niños afectados es cada vez mayor y preocupa de manera especial Canarias, una de las Comunidades Autónomas con mayor índice de obesidad en este sector.

La tecnología contra la obesidad

Es primordial encontrar soluciones a esto y, por el momento, las medidas que se han aplicado en la lucha contra la obesidad infantil han resultado en su mayoría insuficientes. Es necesario innovar y, por ello, ya que muchos como la propia OMS la catalogan como la “epidemia del siglo XXI”, ¿por qué no combatirla utilizando las nuevas tecnologías propias de estos tiempos?

Pues eso ha hecho un proyecto muy novedoso de la ULL llamado ProViTao (Programa de Videojuegos Activos para el Tratamiento Ambulatorio de la Obesidad), que pretende tratar  la obesidad infantil mediante el uso de videojuegos activos, fomentando la participación y motivación en los niños. Formado por un amplio equipo de especialistas de distintas áreas (psicólogos, educadores, pediatras…), está desarrollado en colaboración con el Hospital Universitario de Canarias y financiado por la Fundación CajaCanarias, y sus resultados están siendo muy positivos.

Carina González González, profesora titular de Informática de la ULL e investigadora principal de este programa, explica que ProViTao es una herramienta que busca promover y educar en los menores, entre 7 y 10 años, el aprendizaje de unos hábitos de vida saludables. Para ello, el proyecto cuenta con un programa de ejercicios, videojuegos y juegos motores para realizar tanto en sesiones presenciales como en el hogar.

Esta doctora en Informática cuenta que uno de los principales problemas para frenar la obesidad suele ser la ineficacia en la manera de combatirla. Ir a la consulta de un médico cada cierto tiempo, donde los menores reciben excesiva información sobre lo que deben hacer, pero en la que no hay un seguimiento efectivo no provoca la adhesión de los niños al tratamiento, causando su abandono.

Por ello, explica que “a través de los juegos sí se puede mejorar esa adhesión”, ya que la parte del entretenimiento consigue que los menores relacionen el tratamiento como “algo divertido y positivo”. Así, con esta parte creativa y también mediante la “gamificación”, es decir, aprovechando la mecánica que ofrecen los juegos para motivar a los niños, se intenta inculcarles unos hábitos de vida activos y saludables.

Se trata de un programa muy completo que combina diversión y esfuerzo físico gracias a la realidad virtual y a herramientas como la wii, que permite a los niños convertirse en personajes virtuales de videojuegos y realizar todo tipo de actividades. Pero no es el único factor que fomenta la participación de los niños. La dinámica en grupo es otro de los motivos que contribuyen a mejorar la adhesión al programa, ya que los pequeños se encuentran con otros que comparten sus mismas preocupaciones y objetivos y eso hace más fácil que cumplan con el reto de llevar a cabo el tratamiento.

Implicación de los distintos entornos

Sin embargo, de nada sirve ninguna medida que se quiera implantar para frenar el sobrepeso sin una mayor implicación por parte de los principales agentes presentes en la vida de los niños, como son los padres y los colegios. La pasividad de ambos ante el problema de los menores ha llevado en gran parte a la grave situación que se está viviendo ahora.

Tanto Honorio Armas como Carina González coinciden en que el papel de estos sectores debe ser fundamental para que los niños adquieran unos hábitos de vida sanos. Por ello, desde el proyecto ProViTao se promueve la participación del entorno familiar con sesiones en el hogar dirigidas tanto a niños como a padres, que permitan su mayor grado de implicación. Y de igual manera en el ámbito educativo, con visitas programadas a centros escolares para inculcar el aprendizaje de un modo de vida saludable.

Según distintos estudios, la mayoría de las personas que son obesas en la niñez lo siguen siendo en la edad adulta como consecuencia, entre otros factores, de esa pasividad y falta de importancia que se le suele dar al tema desde que empieza en la infancia. Por ello, la prevención y tratamiento de la obesidad infantil debe ser una tarea esencial en la que participen los distintos sectores de la sociedad.

El Museo de la Naturaleza y el Hombre restaura el cañón del siglo XIX hallado en Punta del Hidalgo

  • La histórica pieza necesita un delicado tratamiento por electrólisis debido a su permanencia en el fondo del mar durante más de un siglo


Por William Rodríguez | San Cristóbal de La Laguna

Una conservadora del museo mide la conductividad del proceso electrolítico. | Foto: William Rodríguez

Durante las obras que se realizaban en el mes de junio de 2015 en el muelle del Roquete, en Punta del Hidalgo (La Laguna), los trabajadores encontraron un cañón de hierro en el mar. Casi un año después, este hallazgo recibe cuidados para su conservación en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife. Aquí, las técnicas en restauración y conservación lo mantienen sumergido en agua para eliminarle la costra que ha acumulado a lo largo de tantos años, y que contribuye a su corrosión. Luego, se volverá a metalizar gracias al proceso electrolítico aplicado.

El cañón mide un metro y 40 centímetros de largo, con una abertura de la boca de unos 11 centímetros. Pese a que en el momento de su descubrimiento se estimaba que el arma databa de comienzos del siglo XVIII, los historiadores del Museo han determinado que es del siglo XIX y que, debido a sus dimensiones, es posible que formara parte de una batería de defensa. También han llegado a la conclusión de que la pieza puede que cayera en desuso y terminara por usarse como material de escombro, al igual que otros cañones que se han encontrado en el litoral de Santa Cruz de Tenerife.

El hecho de que el cañón estuviera sumergido en el mar, y no enterrado bajo tierra como la mayoría que se encuentran en la Isla, ha provocado que se le tenga que someter a un tratamiento especial. Por ello, las condiciones de este artilugio son muy delicadas y debe conservarse siempre húmedo. Su estancia en el mar le ha permitido mantenerse estabilizado gracias a encontrarse en un estado de equilibrio y, de esta manera, el hierro no sufrió  en ese período ninguna reacción que lo deteriorara. Pero cuando lo extraen de su entorno aparece el riesgo de que se desestabilice, por lo que debían volver a establecer las condiciones ambientales idóneas para su mantenimiento.

Imagen del cañón, envuelto con una malla metálica para favorecer su metalización. | Foto: William Rodríguez

Para ello, el procedimiento que han seguido es, en primer lugar, evitar que el cañón se secase a toda costa, por lo que permanece húmedo en una bañera con agua y cloruro. Además, los conservadores tuvieron que eliminar casi en su totalidad el hierro de la superficie del metal para que no comenzara a corroerse. Para tratar de estabilizarlo, una vez que se le quita toda la costra que ha almacenado, le aplicaron la electrólisis, un proceso que se basa en separar los elementos de un compuesto por medio de una corriente eléctrica continua, con el fin, en este caso, de añadir una capa metálica externa al objeto. Es decir, se busca una nueva metalización.

Este proceso consta de dos elementos, el ánodo y el cátodo. El ánodo es un metal que se sacrifica, y se trata de una malla metálica que envuelve al cañón. Este sacrificio se realiza en beneficio del cátodo,  que se trata del propio cañón. Dicha malla se oxida para que el cañón pueda volver a metalizarse, mientras que hay una sustancia, la sosa cáustica, que actúa como conductor de la electricidad y que se descompone al paso de la corriente eléctrica. Esta sustancia pasa a llamarse electrolito y la corriente se inicia gracias a un aparato, el conductímetro.

El histórico objeto llegó al Museo en septiembre, pero no sería hasta el mes de diciembre cuando lo someterían a la electrólisis, un procedimiento en el que aún se encuentra a día de hoy y cuyos resultados se anotan periódicamente en una tabla de seguimiento en función de los datos de estabilización que arroja el conductímetro.

Imagen del conductímetro, aparato que genera la corriente y muestra los datos del proceso electrolítico. | Foto: William Rodríguez


FabLab ULL: conocimiento compartido

miércoles, 1 de junio de 2016


  • En el Laboratorio de Fabricación Digital (FabLab) de la Universidad de La Laguna ingenieros, artistas y personal de mantenimiento comparten ideas para aprender unos de otros



Por Laura Hernández | San Cristóbal de La Laguna 

Las nuevas tecnologías han cambiado nuestra forma de comunicarnos, de desplazarnos e, incluso, de pensar. Es la era 2.0. Sin embargo, cuando hablamos de arte existe ese tópico a su alrededor de que el artista tiene que ser un artesano, un gran habilidoso con las manos que acabe lleno de pintura o barro en su taller. Y los sigue habiendo, pero la tecnología más avanzada ha llegado al arte para ofrecer un nuevo mundo lleno de posibilidades. 

En la Universidad de La Laguna (ULL) encontramos un espacio en el que el arte y las tecnologías más avanzadas se unen para cambiar la manera de hacer las cosas: el Laboratorio de Fabricación Digital (FabLab) ULL. FabLab no es un concepto nuevo, estos espacios surgieron a principios de los años 2000 en el MIT (Massachussets Institute of Technology) con unos talleres de verano que pretendían empoderar a las personas para que se convirtieran en diseñadores y creadores capaces de fabricar lo que quisieran. A la ULL llega hace apenas dos años con la iniciativa de profesores como Drago Díaz Alemán, doctor en Bellas Artes por la ULL y responsable de este servicio, y Jorge de la Torre Cantero, doctor en Ingeniería por la Universidad Politécnica de Valencia. 

Todos buscaban un espacio horizontal en el que compartir conocimientos de áreas tan diferentes, y el nuevo edificio de Bellas Artes supuso la oportunidad perfecta de encontrar su espacio en la universidad. Para ello se establecieron como SEGAI (Servicio General de Apoyo a la Investigación) y sirven de ayuda tanto a miembros de la universidad como a empresas privadas. Una idea que nace desde abajo y que, a través de distintos proyectos de investigación en convocatorias nacionales competitivas y proyectos de innovación docente, poco a poco va consiguiendo la financiación para crecer y afianzarse en la comunidad universitaria. 

Drago Díaz nos define el FabLab como “un espacio de intercambio transversal donde cabe mucha gente cuyo nexo es el interés por las herramientas de diseño y fabricación digital”. Ahora mismo está formado por colaboradores de arte, ingeniería y ciencias “puras” con dos grandes objetivos: la innovación educativa y divulgación científica y la formación. 


Algunas de las piezas creadas en el FabLab ULL | Foto: Laura Hernández 

El trabajo que se realiza en el FabLab de innovación educativa consiste en crear materiales derivados del modelado y la impresión 3D que puedan ser utilizados por los profesores para impartir sus materias. Con el asesoramiento de expertos en parasitología o inmunología, entre otros, han creado animaciones y modelos físicos en 3D con una altísima rigurosidad científica. Un ejemplo es la animación 3D “La Célula: La unidad de vida”, que se puede encontrar en streaming en la página web del FabLab en español, inglés y francés. El propósito de este material es que profesores de cualquier parte del mundo puedan impartir sus clases con material de la ULL de manera gratuita, ya que uno de los aspectos más importantes de la filosofía FabLab es hacer un trabajo compartido. 

Otra de las labores de ayuda a la divulgación científica que aquí se realiza está relacionada con el patrimonio fósil de Canarias. Jorge de la Torre nos cuenta que los expertos en paleontología realizan muchas actividades de divulgación en colegios, pero llevar fósiles únicos es muy arriesgado. Para evitar que estos se deterioren o se pierdan completamente, en el FabLab se ha escaneado todo el registro fósil de Canarias y fabricado modelos a través de la impresión 3D. Estos modelos pasaron después a un proceso de producción en serie para hacer unos kits con reproducciones de distintos fósiles, además de un material multimedia. 

El FabLab ULL ha asumido el compromiso de la formación o "alfabetización”, como le gusta llamarla a Jorge de la Torre. A través de la Fundación General de la Universidad de La Laguna (FGULL), imparten cursos low cost de modelado y fabricación digital con el objetivo de crear una masa de gente formada a la que luego poder convocar en proyectos interesantes. La mayoría de los asistentes (más de un centenar este año) son personas de la universidad o ajenas a ella que buscan ampliar su formación con contenidos que no se imparten en otro sitio, ni siquiera en las carreras. “Todos los FabLabs del mundo hacen formación, y nosotros que somos una universidad, con más motivo aún”, afirma Drago Díaz. 

Un FabLab que rebosa creatividad

A pesar de lo que pueda parecer, lo que define a un FabLab no son las máquinas con las que trabajan, sino la gente que lo forma, como nos explicaban Drago Díaz y Jorge de la Torre, “cada uno tiene su propia idiosincrasia, y toman la propia de la gente que está ocupándolos”. La mayoría se han creado en entornos técnicos, y el primero de España que nace en una facultad de Bellas Artes es el de la ULL. Esta condición aporta al FabLab ULL un carácter muy creativo y con mucho potecial, pero al ser tan joven, “si aporta algo diferente, aún está por verse”, según Díaz, “la creatividad es solo potencial, está en todas partes”. 


Drago Díaz y Jorge de la Torre en la puerta del FabLab ULL | Laura Hernández


Fuera de la universidad

Esta conjunción entre la tecnología más puntera y el arte no se da solo en ámbitos como FabLab ULL, artistas de todo el mundo han cambiado el pincel por el ratón y se han introducido en un nuevo mundo lleno de posibilidades. 
Como ejemplo de esto tenemos a Kalei Bernaldo de Quirós y a Bárbara Mingrone, dos jóvenes artistas afincados en Madrid que han creado Personare, una performance en la que el público, en grupos de seis personas, se mete de lleno en la obra gracias a la utilización de teléfonos móviles. Una experiencia que, como comentaban estos dos artistas, “mezcla la rigidez y la frialdad de la tecnología con lo que trae cada uno, su cuerpo, su energía, que lo convierte en algo más orgánico”. 
Un caso más cercano es Richar Santana, un grancanario que combinó su afición por el graffiti con sus estudios de diseño gráfico cuando descubrió el mapping. Esta técnica convierte una pared plana o con elementos añadidos como palés, en una obra de arte en movimiento gracias a un sofisticado software. Una técnica cada vez más requerida en eventos y locales de fiesta que, al ritmo de la música, crea una experiencia totalmente diferente. 

Los estudios feministas renuevan la investigación académica sobre movimientos migratorios


  • La perspectiva de género está permitiendo entender la situación de la mujer inmigrante 

Por Cristina Jerez Jiménez | San Cristóbal de La Laguna


Mujer subsahariana inmigrante en Marruecos, esperando cruzar a Europa. / Foto: Maria Darii. 

Los movimientos migratorios forman parte de nuestra historia. En Canarias, el hambre y la penuria provocó que muchos emigraran a Cuba a principios del siglo pasado. Hoy, muchos jóvenes estudiantes emigran bajo el eufemismo de movilidad exterior. Pero también  hemos recibido inmigración. Muchas mujeres latinoamericanas llegan a España para cubrir puestos como empleadas del hogar en las décadas de los 80 y los 90. Mientas que en Canarias, el 28 de agosto de 1994 llega la primera patera, de las muchas que vendrían después,  provocando "la crisis de los cayucos". Hombres y mujeres, de distintos lugares del mundo, que emigran buscando algo mejor. Mujeres y hombres, ambos inmigrantes pero, ¿iguales?.

Como fenómeno, las migraciones se han estudiado desde múltiples perspectivas. Sin embargo, solo desde hace unos años ha comenzado a analizarse teniendo en cuenta un factor imprescindible: el género. Hombres y mujeres no emigran en condiciones de igualdad. Así lo demuestran algunas de las investigaciones de académicas como María José Guerra Palmero, Doctora de Filosofía Moral de La Universidad de La Laguna (ULL) o Esther Torrado Palomino, Doctora en Sociología en la ULL. Ambas son miembro del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer de La Laguna, donde desarrollan parte de su labor investigadora. También participan en el proyecto I+D+I “Justicia, ciudadanía y vulnerabilidad. Narrativas de la precariedad y enfoques interseccionales”del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España. Se trata además, de la continuación de uno anterior de temática similar. 


Una de las actividades del proyecto investigador en el que participan Esther Torrado y Mª. José Guerra/ Foto: Programa del IUEM

Inmigración africana

El estudio de las migraciones desde una perspectiva de género nos muestra una información hasta hace poco tiempo desconocida. Para Esther Torrado, la inmigración puede ser un indicador del patriarcado, es decir, del mayor nivel de poder que tienen los hombres respecto a las mujeres en las sociedades de origen. "Por ejemplo, en las migraciones irregulares de África a España, un indicador de la implantación de patriarcado es la tasa tan baja de migración de las mujeres" nos cuenta Torrado. Las causas de emigración en África son múltiples y extremas: pobreza, persecuciones étnicas, políticas o religiosas,… Sin embargo, como afirma Torrado "Los elegidos para migrar son ellos; las migraciones de mujeres en algunas culturas, están mal vistas".  Por ello, que sean pocas las que emigran, se traduce en que tienen una falta de autonomía en sus sociedades de origen.

Aunque son pocas, las mujeres africanas emigran. Las teorías clásicas sobre migraciones se basan en la reagrupación familiar para explicar la emigración femenina. "Pero eso se debe a que no tienen en cuenta el género" afirma Esther, "las pocas mujeres africanas que migran, una parte son tratadas, víctimas de tráfico humano, y las otras huyen. Algunas de ellas [huyen] de las normas patriarcales, se trata de un proyecto liberalizador".  En cualquier caso, como nos cuenta Esther, las causas más común son la trata y la huida, ya sea por persecuciones étnicas, políticas, religiosas o por motivos económico.

Torrado ha entrevistado a muchas mujeres en sus investigaciones. Nos cuenta que muchas de ellas salen de sus países para evitar matrimonios concertados o la ablación (amputación de los genitales femeninos). Son mujeres rebeldes y transgresoras. Sin embargo, la discriminación no se para cuando salen de sus lugares de origen. En el tránsito deben soportar "desde la amenaza de violencia sexual, que a veces se entiende como un peaje que hay que pagar, hasta poder ser reclutada para la trata de explotación sexual o laboral" afirma María José Guerra. Como explica Esther Torrado "es un proyecto liberador, ellas lo plantean como tal. Otra cosa es que se convierta en una pesadilla". 

Esther Torrado Palomino ha creado el término "castigos de género" para referirse a "situaciones de violencia que tiene como objeto someterlas, domarlas". Las mujeres que deciden emigrar solas son "castigadas" por los hombres que las rodean, al percibir su viaje como una amenaza a las normas patriarcales. Además, las mujeres son minorías y no perciben solidaridad de grupo, siendo muchas veces violadas por sus propios compañeros de viaje. Para Esther Torrado, "una de los mayores factores de vulnerabilidad en las migraciones es ser mujer". 

Las situaciones de precariedad no acaban a la llegada. Como explica Guerra "el estatus de migrantes indocumentadas supone una vulnerabilidad enorme. Todo el sistema utiliza esa vulnerabilidad para la sobreexplotación. Con lo cual hay mucha hipocresía en los discursos sobre las migraciones, porque hay una demanda real de trabajadores migrantes."

Otros modelos migratorios

Para María José Guerra, las investigaciones de migraciones con perspectiva de género desde la filosofía moral, suponen, entre otras cosas, "enfocar las políticas migratorias bajo el paradigma de los derechos humanos. Es fundamental toda una serie de conceptos que tienen que ver con el respeto a la dignidad humana, el universalismo moral o el cuestionamiento mismo del concepto de frontera". Además, para Guerra, "las investigaciones hacen diagnósticos. Pone de manifiesto cuestiones que están opacadas, invisibilizada o enmascaradas".

Una de esas cuestiones invisibilizadas, que María José Guerra pone de relieve, son las cadenas globales de cuidado, otra problemática relacionada con las migraciones femeninas. Estas cadenas, como nos explica Guerra, consisten en la inmigración de mujeres procedentes de diversos países, que encuentran un nicho laboral en las tareas muy feminizadas del cuidado o del trabajo doméstico. Además, como nos señala, "supone una reestructuración de las desigualdades ligadas a la procedencia, al estatus migratorio, al género y a la clase social." De esta manera, en las sociedades occidentales no existe reparto igualitario de tarea, puesto que son mujeres, esta vez inmigrantes, quienes las realizan. 

Para evitar estos nuevos modelos de discriminación de la mujer a nivel global, Guerra propone trabajar a todos los niveles y de manera interconectada: local, transnacional (en nuestro caso, lo europeo) y global. "Tenemos que tratar de implementar una agenda transnacional de derechos humanos, a todos los niveles: luchando contra la violencia y todo tipo de desigualdades, planteando derechos sexuales y reproductivos", asegura Guerra. 


Las migraciones forman parte de nuestra historia. Emigramos a Cuba. Hemos recibido inmigrantes subsaharianos y sudamericanos. Los movimientos migratorios forman parte de la historia de las mujeres de todo el mundo. Un capítulo negro para nosotras. Quizás, siguiendo las líneas académicas habría que aplicar políticas sociales. Quizás deberíamos que dejar de escribir páginas oscuras.

Tenerife, entre el desarrollismo y el conservacionismo de espacios naturales

  • Como pez en la piscina del hotel 
  • La construcción de un alojamiento de cinco estrellas en el enclave natural de La Tejita (Tenerife) ha hecho saltar las alarmas sociales 


Por Andrea Abreu López | San Cristóbal de La Laguna


Una montaña de color rojizo preside la playa. El viento, incesante durante casi todo el año, forma surcos que se extienden en la arena y colisiona contra la piel de los bañistas. Nadie diría hoy que en la playa de La Tejita tuvo lugar, alguna vez, una erupción volcánica. Luis Eduardo García Fierro, licenciado en Bellas Artes, pintor y profesor de pintura, acude a menudo a esta zona del litoral del sur de Tenerife para captar la esencia del paisaje. Delinea y pinta con detalle ese cono volcánico que, con años de oxidación, ha adquirido el color que tanto le gusta y que da nombre a la zona: Montaña Roja. A Luis Eduardo le gustan sus colores volcánicos (el rojo, los cadmios, los violáceos o los marrones), y ve en los del mar su complemento ideal. Para él, y para el resto de visitantes y residentes de El Médano, las formas volcánicas y la silueta de Montaña Roja son únicas y especiales. 



La Tejita se encuentra dentro de la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, en el municipio de Granadilla. Es conocida por su aislamiento y tranquilidad. Sin embargo, en los últimos meses ha saltado la alarma social. El 29 de diciembre de 2015 se publicó en los medios que el Ayuntamiento de Granadilla iba a conceder la licencia de construcción a un hotel de cinco estrellas muy cerca de la playa. “[La playa] La Tejita es un espacio maravilloso para la creación artística. Con la edificación del hotel nunca será lo mismo. Un hotel será el inicio. Luego vendrán más y también más elementos y construcciones relacionadas con él”, explica Luis Eduardo.


   Un mensaje que recorrió las calles de Santa Cruz de Tenerife en la manifestación Salvar La Tejita, el 27 de febrero de 2016  Foto: Abreu López

El Tejita Luxury Beach Resort es el hotel que la promotora inmobiliaria Grupo Viqueira pretende construir en primera línea de playa. A pesar de que la empresa garantiza que la edificación se integrará y respetará la zona natural que la rodea, son muchas las personas y colectivos que temen la destrucción del espacio a causa del edificio. El hotel tendrá una extensión de 26.000 metros cuadrados y unos 276 metros de frente de playa. Además, su edificación se realizará a unos 50 metros de la Reserva Natural Especial de Montaña Roja. 


Un paraje natural excepcional

Este espacio protegido, entre otros elementos y según la página web de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, “alberga una representación de hábitat de arenas inorgánicas de gran valor”. En un principio, el lugar fue declarado paraje natural de interés nacional por la Ley 12/1987, de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias. Más adelante, se le concedió el título actual de Espacio Natural Protegido por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias. El espacio cuenta con multitud de especies de fauna y flora. Algunas de ellas se encuentran en peligro de extinción y cuentan con la protección de convenios internacionales. Es el caso del chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), que habita en los humedales del lugar, o la piña de mar (Atractylis preauxiana).


Sebastián Martín, licenciado en Geografía por la Universidad de La Laguna (ULL) y especialista en Desarrollo Regional, siente especial preocupación por el chorlitejo patinegro, una especie que cree que está irrevocablemente llamada a la extinción. “Esta especie no es específicamente endémica de Canarias, sino que está presente en toda la costa del mediterráneo, que ahora mismo está siendo presionada por las urbanizaciones. El asentamiento más importante en la isla de Tenerife se encuentra en Montaña Roja, y quedan tan solo unas once parejas”. Por otra parte, la piña de mar, que sí es una especie endémica de Canarias, habita en fondos arcillosos y arenosos y también cuenta con muy pocos ejemplares. Fue declarada en peligro de extinción por la Orden de 9 de julio de 1998, a través de la que se incluyeron determinadas especies al Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

A pesar de que el viento y la aridez son características fundamentales del clima de la zona, la biodiversidad que alberga es notable. Según El Médano, o la lucha por conservar un enclave arenoso único en Tenerife, un artículo de José García Casanova y Octavio Rodríguez Delgado, profesores del Departamento de Biología Vegetal de la ULL, la Reserva cuenta con unas 136 plantas superiores, de las que 29 son endémicas. Debido a las condiciones climatológicas, las especies vegetales han debido desarrollar adaptaciones muy curiosas. Entre ellas, tapices de pelos cortos y blanquecinos que tienen la función de recolectar el agua de la escasa lluvia. Estas y otras especies peculiares, así como las formaciones de origen volcánico y las dunas fósiles que habitan en la base sudeste de Montaña Roja, son algunos de los elementos que movimientos como Salvar La Tejita defienden frente a la construcción del hotel de lujo. 

Sebastián Martín cree que el principal problema es el modelo turístico poco sostenible que persiste en Canarias. Los sistemas de arenas que habitan El Médano podrían verse alterados por cualquier modificación del medio. El cambio en esos sistemas dañaría, a su vez, al equilibrio del espacio en el que residen las distintas especies. La construcción del hotel supondrá, además, la pérdida del paisaje de La Tejita tal y como lo conocen quienes la frecuentan. Entre ellos, Luis Eduardo, que nutre su trabajo artístico de la sal, la arena y el color rojizo de la montaña. El pintor canario también se ha unido al movimiento Salvar La Tejita. Dice que solo allí disfruta pintado como pez en el agua