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Mandar un 'besi' en Twitter es 'puto' bien

miércoles, 20 de mayo de 2015

Un estudio analiza el habla peculiar de la red del pájaro azul

Sara H. Morín

Desde el usuario más principiante que aún narra por Twitter su día a día, hasta las cuentas oficiales, como la de la Policía Nacional encontramos un amplio rango de registros en el habla de esta red social. Dos filólogas de la Universidad de Zürich, Carlota de Benito y Ana Estrada, han analizado por qué usamos ciertas palabras, muchas de ellas inventadas, o escribimos con fallos gramaticales siendo plenamente conscientes de ello.


Un usuario de Twitter gasta una broma al Community Manager de 
Alcampo. Demuestra la inmediatez y el humor. Fuente: Twitter
La inmediatez, el humor y el coloquialismo son las bases de lo que de Benito denomina un registro más del español. Es destacable el uso lúdico del lenguaje en esta red social ya que, como de Benito cuenta, “ayudan a romper la distancia de la comunicación escrita y crean una atmósfera conversacional”. Estrada afirma que la cuenta de la Policía, así como las de MediaMarkt o Alcampo, han decidido usar rasgos de la inmediatez comunicativa para acercarse a los lectores, y así salvar esta barrera y dar sensación de cercanía. De Benito añade que además logran llamar la atención de los usuarios, especialmente de los jóvenes, principales usuarios de Twitter.


Pero, ¿cómo es este lenguaje característico? A pesar de que ha nacido del humor, encontramos muchas similitudes con la conversación hablada: dialectismos, vulgarismos, expresiones soeces, etc. La novedad es su puesta por escrito.

Palabras inventadas al momento que nunca más serán usadas, términos acabados en –i, el ser algo bien, ser ETA, hacerlo muy fuerte o colocar el ojalá de forma incorrecta en la oración; son las formas más usadas por los tuiteros, y por ello las más analizadas por las lingüistas. Aparte de esto encontramos otros rasgos como el uso de las mayúsculas, útiles para enfatizar el tono que se le da a la frase y así sortear los límites de expresión del lenguaje escrito, o bien para destacar un coloquialismo o falta de ortografía intencionada.


Estos últimos casos son, sin duda, los más destacados del habla habitual de un tuitero medio. Veros a cagar, pienso de que, o el uso incorrecto del sufijo –érrimo son ejemplos de los miles de errores que encontraremos en las diversas cuentas de esta red social. Lo singular es que son usados en su mayoría por personas con un nivel culto. Respecto a esto, Estrada comenta que al tratarse de un registro específico usado en un entorno y con un fin determinado no tiene por qué significar que esa persona hable así de forma habitual. 


De Benito añade que, aunque no han realizado estudios cuantitativos, se tiene la impresión de que quienes no cometen faltas de ortografía y cuidan sus formas de expresión tienen la seguridad de que los interlocutores sabrán identificarlos como tales, a pesar de la utilización de estos usos dialectales y sociolectales tan marcados. A esto se le suma el hecho de que aquellos usuarios que escriben casi como hablan necesitan un cambio de registro debido que su inmediatez es lingüísticamente correcta y necesitan enfatizarla aún más. “Los usuarios más cultos muchas veces tienen reparos a la hora de poner sus usos orales por escrito y, cuando quieren cambiar el registro, prefieren utilizar usos muy marcados que no serán reconocidos como suyos pero dejarán aún más marcado el grado de inmediatez”, añade De Benito. Es evidente que en esta red social el aquí y ahora es lo que prima.

Los CM de Alcampo y MediaMarkt entran dentro del perfil
de un usuario medio de la red social. Fuente: Twitter


Pero Twitter no solo permite saber si una persona es peninsular o canaria según use el vosotros o el ustedes, por poner un ejemplo de los diversos rasgos del español que se usan en la red social. Estrada afirma que “se puede averiguar mucho sobre una persona por lo que publica sobre equipos de fútbol locales, comentarios del trabajo o clases, enlaces compartidos de otras redes sociales, etc.” Las redes sociales son un chivato de cómo somos.





El lenguaje en Twitter y en la calle 



Aunque el uso sea similar, el caso del habla en esta red social no se puede extrapolar a la realidad. Estrada comenta que es bastante improbable que el lenguaje coloquial llegue a ser nacional, algo que sí ocurre con el registro de la comunidad tuitera. Para que esto pudiera darse primero habría que definir qué es coloquial y qué no. Además, según la zona geográfica, unos rasgos destacarían más que otros. De Benito añade que estas características son reemplazadas muy rápidamente porque la novedad y la posibilidad de distinguirse de los demás son cualidades buscadas en este registro del español. 

Podemos ver el ejemplo del puto adverbial, presente también en el lenguaje de uso cotidiano; sin embargo no se puede decir si empezó en Twitter o en la calle.

Las autoras del estudio constatan que el caso de Twitter es una excepción en el habla coloquial. Esto es porque los usos lúdicos que son tan comunes en la red social rara vez arraigan en el registro de la calle, quedándose en casos aislados usados una o dos veces, o que no pasan de un pequeño grupo. Por otra parte, la novedad está a la orden del día, haciendo que se reemplacen las expresiones cada poco tiempo. No obstante, en Twitter esta clase de expresiones se “agarran”, como comenta de Benito, y son adoptados por muchísimos usuarios, de ahí que tengan una mayor estabilidad, sumándose a las nuevas apariciones que tarde o temprano sí las reemplazarán.



Por lo tanto podemos ver cómo el lenguaje en la red social evoluciona de una forma diferente a la de la realidad. Estrada opina que esto es debido a que, a pesar de que hay escasa planificación y las publicaciones tienen cierto carácter provisional, siempre habrá un nivel de reflexión mayor que el de la lengua oral, “esto se demuestra en el control que se intenta hacer de los dialectismos en Twitter, bien para evitarlos, bien para usarlos de manera lúdica”, explica la lingüista.

Una de las mayores trabas que encontradas al hacer el estudio es que el gran potencial de los datos implica una complicación a la hora de buscarlos. De hecho, todavía no existen los filtros necesarios para delimitar más las búsquedas. El objetivo de este estudio en parte es ayudar a definir la metodología en esta clase de trabajos. De Benito cree que cada vez habrá más estudios sobre la variación lingüística en redes y serán apasionantes. O como dicen en Twitter, “hamijos, ojalá estudios sobre el uso de la lengüi en redes sosiales que sean muy bien”.

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