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Cultivos hidropónicos: una alternativa en la agricultura

viernes, 20 de mayo de 2016


  • De la ciencia a la realidad a través del agua
  • La falta de suelo ya no es un gran inconveniente para que los agricultores puedan desarrollar su trabajo


Por Lucía Mora Delgado | San Cristóbal de La Laguna

Si nos preguntan en qué creemos que fueron cultivadas las hortalizas que nos llevamos del supermercado, lo primero que responderíamos sería que en el suelo. Lejos de la realidad, muchos de estos productos pudieron ser cultivados, sin suelo y sin “tierra”, es decir, en otro medio, la hidroponía. Esta es una alternativa cada vez más recurrente debido a la escasez de suelo fértil que les queda disponible a los agricultores. La calidad, el sabor y la forma que se obtiene no difiere mucho de lo tradicional, ya que todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de la planta, son suministrados a través del agua.

Aunque la técnica de cultivar vegetales sin suelo mediante el empleo de soluciones nutritivas había sido muy utilizada, y aún hoy se sigue utilizando, en estudios de fisiología y de nutrición vegetal, no fue hasta comienzos de los años treinta cuando W.F. Gericke, catedrático de la Universidad de California, la utilizó para desarrollar un sistema de producción a escala comercial que denominó “hidroponics”.
La palabra hidroponics deriva del griego hydro (agua) y ponos (labor), y se podría traducir literalmente como trabajo en agua. Por tanto, se puede entender la hidroponía como la técnica de cultivo que permite el crecimiento de las plantas en ausencia de suelo, en presencia (o ausencia) de sustratos mas o menos inertes, y en el que tanto el agua como los nutrientes necesarios para el completo desarrollo de las mismas, se aportan conjuntamente en forma de soluciones nutritivas.

Un sistema para el cultivo hidropónico, debe ser capaz de suministrar a las plantas la cantidad de agua y nutrientes necesarios para favorecer su crecimiento y desarrollo, así como de proporcionarles un medio de soporte adecuado. “Es importante también, que permita una correcta aireación y protección de la luz del sistema radicular, o lo que es lo mismo, el conjunto de raíces de una misma planta. Algunas de las ventajas que presenta el cultivo hidropónico frente al tradicional, es la posibilidad de utilizarlo en regiones del mundo que carecen de suelo cultivable. Así mismo, este conlleva un uso más eficiente del agua y de los fertilizantes, una mayor facilidad y un menor coste de desinfección del medio de cultivo y, en general, permitir una mayor densidad de plantación”, comenta Miguel Corbella, Ingeniero Agrónomo de la ULL.

Hay dos tipos de hidroponía: a solución perdida y a solución recirculada. El primero consiste en el aporte de una solución nutritiva a la planta, tomando esta lo que necesite (tanto de agua como de nutrientes) y perdiendo el resto. En cuanto al segundo, se le proporciona una solución, se trata el excedente y se reutiliza aportándoselo de nuevo. Sin embargo, hay que tener en cuenta dos factores importantes; si el primer tipo de hidroponía no se vuelve a utilizar, puede no ser eficaz. En cambio el segundo tipo, pese a serlo, tiene un costo elevado y requiere un rendimiento técnico más estudiado. En cualquiera de los dos sistemas, y tanto desde un punto de vista ambiental como económico, es muy importante lograr que el empleo de estas soluciones nutritivas sea lo mas eficiente posible.

Al carecer de un suelo firme donde la planta puede desarrollar su sistema radicular, tenemos que facilitárselo. Para esto hay tres opciones: NTF, la raíz flotante y el sustrato. NFT son las iniciales de Nutrient Film Technique (técnica de la película nutriente) y consta de una lámina de agua con nutrientes en donde no interviene ningún tipo de sustrato. Por el contrario, la raíz flotante es la separación entre el sistema radicular y la parte aérea mediante una lámina o placa-plancha de material sintético que flota sobre el agua.

Gráfico del interior de un cultivo NFT // Fuente: www.arcuma.com

El sustrato consiste en un material mineral u orgánico donde se desarrollar el sistema radicular que además de servirle de sostén, le aporta los nutrientes adecuados. Existen tres tipos de sustrato: sustrato orgánico (productos de desecho de proceso industrial como la fibra de coco, serrín o cáscaras de arroz), sustrato inorgánico (con partículas mayores de 2 milímetros tales como lana de roca, piedra pómez, grava,...) y las fibras sintéticas que pueden ser geles, espumas de poliuretano, de poliestireno,... Hay que tener en cuenta que las propiedades que interesan en hidroponía de los elementos citados, están relacionadas con la porosidad, densidad, pH y además debe adaptarse fácilmente al recipiente que lo contiene. Estos pueden ser tacos, cubos o slab (bolsas prefabricadas que contiene el sustrato, facilita su transporte y el cultivo).

Las características a tener en cuenta en un sustrato son el fácil manejo, la buena circulación del aire, buen drenaje, alta retención de humedad, fácil esterilización, que sea económico, reciclable y además no contaminante”, apunta Miguel Corbella.

Dentro de estos materiales se encuentra la grava, la arena, la piedra pómez, la lana de roca, la perlita, la vermiculita, la fibra de coco, las cascarillas de arroz, las cascarillas de café o la mezcla de algunos de varios de estos productos. Con ellos se puede cultivar hortalizas y ornamentales como lechugas, tomates, pepinos, coles, pimientos, puerros, espinacas, perejil, tomillo, especies aromáticas, acelgas, fresas, rosas, claveles, orquídeas,...

El cultivo sin suelo permite el desarrollo de la planta en cualquier lugar pero requiere de una preparación técnica en cuanto a conocimientos, recursos y a costes económicos se refiere. Dentro de lo citado con anterioridad, se necesita un sistema de programación que controle una serie de parámetros indispensables para el cultivo, el pH, CE (la Conductividad Eléctrica que se relaciona con la cantidad de sales que se aporte en el agua) y la esterilización del sistema. A su vez, es necesario disponer de los aparatos de medidas adecuados. Dependiendo del sustrato empleado, se tendrá que tener en cuenta varios parámetros debido a que estos se comportan de diferente manera.

La ULL cuenta con cultivos hidropónicos en fibra de coco

La Universidad de La Laguna (ULL) en la finca experimental situada en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería – Sección Agrarias, emplea la fibra de coco para algunos de sus cultivos sin suelos. “Pese a carecer de una asignatura en el grado de Ingeniería Agrícola y del Medio Rural centrada en la hidroponía, muchos son los alumnos que han realizado investigaciones a nivel de Proyectos de Fin de Grados”, comentaba Jose Manuel Guerra, Jefe de Explotaciones de la Escuela Agraria de la ULL.



Finca experimenta de la ULL //Lucía Mora
El Proyecto más reciente se está realizando bajo el nombre 'Ensayo comparativo de dos variedades de lechuga tipo Batavia, con bloques al azar y cultivados en fibra de coco y suelo' y aún no se ha terminado. Las dos variedades utilizadas fueron : Carolise y Noissette. Se eligió la fibra de coco en slab debido a su bajo coste económico, facilidad de manejo y disponibilidad en el mercado. El coste de los elementos necesarios para este trabajo se sufragó con el presupuesto de una asignatura integrada en el Departamento de Ingeniería Agraria, Náutica, Civil y Marítima, perteneciente a la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería – Sección Agrarias. El cultivo se realiza bajo invernadero de cristal y en él interviene el elemento más importante que se trata del programador de riego que controla los parámetros más relevantes de las soluciones nutritivas (pH, CE, inyección de soluciones nutritivas a demanda, periodicidad y tiempo de riego).

Ensayo comparativo entre fibra de coco y suelo // Foto cedida

A la espera del tratamiento estadístico de los datos obtenidos del proyecto, a primera vista, y según el alumno responsable del proyecto, no existen diferencias significativas entre el cultivo hidropónico y el cultivo en suelo en cuanto a los parámetros de producción estudiados ya que en ambos medios es previsible que se obtenga similar producción, calidad y precocidad.

Si quieres observar cómo fue la evolución de un ensayo comparativo entre suelo y fibra de coco, entra en el enlace



La autora de este reportaje quiere agradecer a Jose Manuel Guerra su enorme esfuerzo y dedicación para que este trabajo pudiese ser posible