- Una investigación de la Universidad de La
Laguna demuestra que las personas que realizan esta práctica poseen un 7% más
de materia gris
Eva María Peña, profesora de yoga, en la postura de flor de loto. Foto: Claudia Molina |
Por Claudia Molina | San Cristóbal de La Laguna
Meditar rejuvenece el cerebro. Así lo han
demostrado los investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) Sergio Elías
Hernández Alonso y José Luis González-Mora, quienes han conseguido mostrar las
múltiples bondades de la meditación aplicada a la Neurociencia. El trabajo está
basado en mediciones hechas en el escáner de resonancia magnética MRI (Imagen de
Resonancia Magnética) de la
ULL, situado entre el Hospital Universitario de
Canarias y la Facultad de Medicina. Dicho escáner permite medir la actividad del cerebro al detalle,
lo que ha posibilitado el establecimiento de una relación directamente
proporcional entre meditación y materia gris en el cerebro.
Dentro de la misma línea de investigación,
abierta desde el año 2011, existen diferentes ramas: en primer lugar, se llevó
a cabo el estudio de la actividad neuronal durante la meditación con el
objetivo de ver cuáles eran las zonas que se activaban en el cerebro de un
meditador frente al de una persona en reposo. A continuación, se pasó a
comparar, mediante imágenes de resonancia magnética estructural, la morfometría
del cerebro, es decir, las cantidades de materia gris y blanca que lo componen,
entre veintitrés practicantes del Sahaja yoga y el mismo número de no
meditadores. Para que los resultados fueran más fiables, ambos grupos tenían
edades similares, un nivel de educación semejante y la misma proporción entre
hombres y mujeres. Además, todos los voluntarios eran diestros.
La práctica de la meditación, principal
diferencia entre los dos grupos, fue la que determinó que las personas que
realizan este tipo de actividad tengan alrededor de un 7% más de materia gris
en el cerebro, que es donde se encuentran los núcleos de las neuronas.
"Cuando entramos en la veintena, el volumen de materia gris va
disminuyendo con los años y, además, existen enfermedades como el Alzheimer, el
Parkinson o incluso la depresión que aceleran esa pérdida" declara
Hernández Alonso, que además afirma que "la materia gris se encuentra en
las zonas de nuestro cerebro que más usamos, esto es, en las que hay una mayor
actividad neuronal."
La materia gris es un tipo de tejido
neuronal que se encuentra tanto en el cerebro como en la médula espinal. Está
compuesta por cuerpos celulares de neuronas, dentritas y células glia. Su
función se relaciona con el procesamiento de información y no con su
transporte, ya que al estar formado por cuernos neuronales no es capaz de
transmitir impulsos nerviosos de forma rápida. La cantidad de energía que
consumen las células de este tejido es impresionante, pues si el cerebro
consume el 20% del oxígeno que gasta el cuerpo humano, el 95% de dicho oxígeno
es utilizado por la materia gris.
Sahaja yoga: una práctica objetiva
La actividad que se estudió fue la
meditación que se realiza en el Sahaja yoga, una disciplina fundada por Shri
Mataji Nirmala Devi en la década de los 1970, que permite alcanzar la paz
interior. Mediante la experiencia, denominada Auto Realización, la Kundalini
-energía de la meditación-, ubicada en la base de la espina dorsal, es
despertada. Una vez que se consigue, el ser humano empieza a ser consciente de
los centros energéticos -o chakras, como se denominan en yoga- por el calor que
desprenden las yemas de sus dedos. "La teoría se basa en que todos los
seres humanos tenemos una energía para meditar, que es la que da el yoga. Cuando
dejamos que esa energía fluya se dice que tenemos el yoga, que significa unión,
y hace referencia a esa fusión entre nuestra energía individual y la energía
del universo", afirma Hernández Alonso. Asimismo, el ingeniero en
telecomunicaciones asegura que el Sahaja yoga permite corregir cualquier
desequilibrio físico o psíquico, y que es objetivo, ya que podemos ver sus
resultados en nuestro cerebro como se ha comprobado con esta investigación.
Una de las principales características de
este tipo de yoga es que, en ella, el meditador experimenta el denominado
silencio mental o "conciencia sin pensamientos" con regularidad. Es
decir, consigue llevar su mente hasta el objetivo último de la meditación, tal
y como fue concebida en Oriente. "La diferencia del Sahaja yoga con
respecto a otros caminos de meditación es que intenta percibir algo más sutil
que lo que es la mente. La mayoría de los caminos de meditación se quedan en el
plano físico y mental, mientras que este tipo de yoga engloba un plano más: el
espiritual" asegura el investigador de la ULL.
La profesora de Hatha yoga, Eva María García
Peña, también reconoce los beneficios de la meditación en la vida de las
personas. "A través del ejercicio de la meditación la persona consigue
parar el flujo de pensamientos y su capacidad de concentración mejora cada vez
más", afirma. A sus alumnos, García
Peña los induce en este estado mental gracias a la respiración o pranayama, que
conduce a la concentración del praná, la energía contenida en la respiración
dentro del organismo. "El objetivo -continúa García Peña- es vaciar la
mente sin perder, paradójicamente, el estado de alerta. El yoga consigue calmar
el estrés y ayuda a afrontar el día a día de manera más calmada".
Esta investigación ha sido publicada el
pasado mes de marzo en la prestigiosa revista científica Plos One, el magazín
estadounidense con mayor volumen de publicaciones científicas y que cubre todas
las ramas de la ciencia. "Es la primera vez que nos publica un medio tan
prestigioso y para nosotros es un éxito", asegura Hernández Alonso. Las
repercusiones de esta publicación han sido enormemente beneficiosas para los
participantes de la investigación. "Me han entrevistado en radios
autonómicas y nacionales, e incluso he sido invitado a un congreso en Estados
Unidos a raíz de este trabajo", expresa orgulloso el investigador, quien
manifiesta su voluntad de seguir estudiando esta rama científica.